En el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), las habilidades de lectura y escritura se consideran generalmente de manera conjunta y están interconectadas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que tener un dominio en una habilidad (por ejemplo, la lectura) no implica necesariamente el mismo nivel de dominio en la otra (por ejemplo, la escritura).
El MCER evalúa la lectura y la escritura como habilidades lingüísticas separadas, pero reconoce que están estrechamente relacionadas y pueden influirse mutuamente. Como resultado, el MCER proporciona descriptores para cada habilidad en cada nivel para establecer las habilidades esperadas.
Por ejemplo, en el nivel B1, el MCER describe la capacidad de "leer textos factuales sencillos sobre temas relacionados con el campo de interés con un nivel satisfactorio de comprensión". En cuanto a la escritura, se espera que las personas sean capaces de "escribir textos conectados sencillos sobre temas familiares o de interés personal" y "escribir cartas personales describiendo experiencias e impresiones".
Si bien las habilidades de lectura y escritura a menudo se desarrollan en paralelo, es posible que una persona tenga un nivel de dominio más alto en una habilidad en comparación con la otra. Algunas personas pueden ser mejores lectores que escritores, o viceversa.
También es importante mencionar que el MCER reconoce la importancia de otras habilidades lingüísticas, como la escucha y la expresión oral, que se evalúan por separado. En general, el MCER tiene como objetivo proporcionar un marco integral para evaluar el dominio del lenguaje en diversas habilidades, incluyendo la lectura y la escritura, al tiempo que reconoce su interconexión.